Este reconocimiento fue otorgado por la Fundación para Innovación Agraria (FIA) del Ministerio de Agricultura para subrayar el aporte de las mujeres a los procesos de innovación y desarrollo para fortalecer la actividad agraria del país.
Al respecto la ingeniera agrónoma comentó la importancia de reconocer el trabajo femenino con foco en la sustentabilidad y las nuevas tecnologías, donde “el premio no es solo para mí, sino que para todas quienes trabajan día a día para alimentar a nuestras comunidades, cuidar la tierra y promover la sustentabilidad”.
En la ceremonia también estuvo presente la Seremi de la Mujer y Equidad de Género Región de Valparaíso Camila Lazo, respecto a este reconocimiento comentó que: “para el sector agrario es muy importante seguir relevando a las mujeres porque históricamente es un sector que ha estado más polemizado en la historia campesina del país. Cuando lo vinculamos a las áreas de la ciencia, la tecnología, la innovación es muy relevante ya que todavía hay brechas que aún tenemos que combatir y visibilizar el impacto de las mujeres en estas áreas”.
A su vez Sergio Salvador, SEREMI de Agricultura, destacó la importancia del trabajo pensado en la comunidad, ya que “es un premio ministerial que viene a reconocer el valor de las mujeres ligadas al mundo agrícola, quienes día a día aportan soluciones innovadoras, que constituyen un valor que es traspasado no solamente al mercado, sino también a toda la comunidad, y es verdaderamente un aporte al desarrollo de su territorio y de la región en su totalidad”.
El galardón fue entregado por la Dra. Marcela Carvajal, investigadora del Centro de Biotecnología Dr. Daniel Alkalay Lowit, quien obtuvo este premio el año pasado por su trabajo en la biorremediación de suelos utilizando hongos.
Agente de cambio
El trabajo desarrollado por Marcela Carrillo junto a la “Red de Asistencia Digital Fortalece Pyme Aconcagua-Quillota» se ha encontrado con varios obstáculos en el mundo agrícola, tales como la oposición a nuevas tecnologías, la escasa conectividad, la brecha generacional y educacional.
Sobre tales desafíos, Carrillo cuenta que “el campo es para aquellas mujeres que desafían los estereotipos y rompen las barreras, demostrando que tenemos un papel fundamental en la construcción del futuro agrícola, uno mucho más justo, inclusivo, sostenible y digital”.