Investigadora USM: “La diversidad bacteriana que existe en nuestras costas tiene un enorme potencial para combatir la resistencia antibiótica”

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Por María José Aragonés y Javiera Arrate | Periodistas Dirección General de Investigación, Innovación y Emprendimiento USM.

Dra. Beatriz Cámara, investigadora del Centro de Biotecnología “Dr. Daniel Alkalay Lowitt” (CB-DAL), quién lleva más de 10 años caracterizando diversas bacterias de nuestros sedimentos marinos en Valparaíso, habla de cómo ha sido este recorrido y la importancia de conservar este tesoro natural.

 

La resistencia antibiótica afecta transversalmente a la salud mundial, donde el uso de antibióticos sin receta médica, una mala ingesta de estos medicamentos sin cumplir los ciclos prescritos, y su uso indiscriminado en la industria agropecuaria, resulta en bacterias cada vez más resistentes, situación que a largo plazo puede impactar drásticamente la mortalidad de personas de todas las edades, además de aumentar el gasto público en salud.

 

En este contexto, es crucial buscar nuevos compuestos que permitan desarrollar antibióticos más eficientes para personas y animales. Esta ha sido la premisa del trabajo de la actual directora de Investigación USM, Beatriz Cámara, quién junto a su grupo de investigación han aislado más de 450 bacterias de las costas de Valparaíso, y actualmente está estudiando la cepa del género “Streptomyces”. Al respecto, la investigadora comenta el creciente interés no solo del mundo científico, sino que de las personas sobre el mundo microbiano y sus propiedades: “tengo una fuerte creencia de que los sistemas microbiológicos nos pueden dar muchas fuentes para el futuro de la innovación, la tecnología, pues son claves para comprender nuestra salud”.

 

 

Uno de los grandes desafíos cuando tienes un posible producto es el escalamiento, ya que el recorrido es bastante largo para que estos proyectos de investigación finalmente se materialicen en un fármaco listo para su comercialización: “primero que todo, se hace una caracterización acabada de la bacteria y sus componentes en diferentes medios de cultivo. Para ello, empleamos una serie de técnicas que nos permiten comprender la diversidad química que produce la bacteria. Por otro lado, nos interesa encontrar las condiciones experimentales donde la bacteria produce el compuesto bioactivo en mayor cantidad. Pero es muy desafiante, por lo que nos apoyamos con las rutas genéticas que encontramos en el genoma de la bacteria. Es como buscar una aguja en un pajar gigante, esto nos obliga a crear estrategias de priorización”.

Sobre esto, la investigadora dice que como universidad hemos avanzado, ya que el trabajo transdisciplinario con diferentes profesionales del área STEAM ha permitido emplear técnicas más eficientes para estas caracterizaciones propias de la “ingeniería genética, donde mutamos las bacterias para poder producir más compuestos, es decir, estamos probando ciertos genes para poder producir más antivirus”.

Esta línea de investigación está asociada al Centro de Biotecnología “Dr. Daniel Alkalay Lowitt” (CBDAL USM), adicionalmente, sigue generando redes de colaboración científica a nivel nacional e internacional, entre ellas, la reciente creación de BioGEM (acrónimo de Bioproductos, Genómica y Microbiología Ambiental) — iniciativa Nuevo Milenio de ANID donde la Dra. Cámara es Investigadora Principal (PI) —, cuyo objetivo es “conformarse como un centro de ciencias naturales y líder en microbiología ambiental, valorizando el patrimonio microbiológico nacional a través de la colaboración interdisciplinar en el cuidado de la salud de las personas, los animales y el medio ambiente, fomentando así la investigación de frontera”, explica Dr. Michael Seeger, académico del Departamento de Química y actual director de BioGEM.

Enseñando para aprender: colaboración y liderazgo femenino.

El trabajo de Dra. Beatriz Cámara ha sido un gran aporte, donde ha publicado más de 30 artículos científicos, no obstante, está línea de investigación que tiene un fuerte discurso sobre la importancia de preservar los mares como un tesoro microbiano, le ha permitido también formar capital humano altamente especializado en la Universidad Técnica Federico Santa María, lo que ha sido una tremenda ventaja, puesto que “hay estudiantes que se han convertido en profesionales y han trabajado hace 10 años conmigo, haciendo el pregrado, el doctorado o el postdoctorado; y hemos podido evolucionar y aprender juntos generando una masa crítica única a nivel nacional, e incluso, internacional”.

Respecto de la participación de mujeres en este sector, Beatriz señala que se caracteriza por tener alta representación: “ahora hay más jefas, antes era un nicho más pequeño. Una de mis ex-alumnas, la Dra. Valentina González, se convirtió en académica de nuestra sede de Viña del Mar este mes. Es muy gratificante haber sido parte de su formación, es un orgullo ver el camino que ha recorrido y donde ha llegado”.

A nivel institucional, Cámara comenta la importancia de programas como InES Género, que buscan acortar las brechas en las carreras STEM, “donde es esencial construir espacios equitativos en una universidad que históricamente ha sido masculina. Es hora de cooperar con esta construcción, a veces los hombres no se dan cuenta lo que significa para una mujer ingresar a la universidad y los desafíos que ellas tienen que enfrentar. Hoy hay más mujeres que hace 25 años atrás, en esos tiempos era impensable conversar temáticas de género que hoy si tienen espacio, eso es fantástico porque el futuro es construyendo a la par mujeres y hombres”.

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